     
El 30 de agosto de 1875 se jugó
el primer partido oficial de polo en Argentina. Se llevó
a cavo en la estancia Villanueva, en Ranchos, provincia
de Buenos Aires.
La mayoría de los jugadores eran ingleses, así
como el propietario de la estancia. Pero el deporte que
en ese momento era moda en Inglaterra, pronto se difundió
entre los argentinos.
Como comentaba una crónica periodística de
aquella época: "El polo resulta particularmente
adaptable a un país de centauros como la Argentina,
donde los campos son tan lisos como tableros de ajedrez
y los caballos denotan admirables condiciones y entrenamiento
para la lucha".
En 1895 la primera delegación de polistas argentinos
jugó en Londres, con una excelente actuación.
Desde
aquel entonces, el polo argentino mantuvo un primer lugar
dentro de los equipos internacionales.
El polo compitió en cinco Juegos Olímpicos
(1900, 1908, 1920, 1924 y 1936) en los de París en
1924 y en los de Berlin en 1936, la Seleccion Argentina
de Polo obtuvo Medalla de Oro.
Es para destacar la actuación de Juan "Jack"
Trail, primer polista argentino en alcanzar los 10 goles
de handicap. Ganó 10 veces el abierto de Palermo,
entre 1904 y 1923.
Practicó
este deporte hasta los 75 años.
Asimismo es de rigor hacer referencia a un equipo tradicional
del polo argentino: “Indios Chapaleufú",
integrado por cuatro hermanos: Horacio, Gonzalo, Marcos
y Bautista Heguy, que sumaban 40 puntos de handicap. Pertenecientes
a la misma familia marcaron un hito en este deporte a nivel
nacional.
Siguiendo con las particularidades de este deporte en nuestro
país, fue en el torneo de 1978 cuando Benjamín
Araya, con solo 14 años de edad, se consagró
como el jugador más joven en lograr este certamen.
Lo hizo junto a su padre Horacio, Juan Badiola (sólo
un año mayor Benjamín) y Roberto Mascotena.
"Benja" posee además otro record, ya que
tenía 17 años cuando ganó el Argentino
Abierto de Palermo, integrando el cuarteto de Coronel Suárez,
junto a Alberto P. Heguy, Alfrdo Harriott y Celestino Garrós
quien fue reemplazado en el último chukker de la
final por Horacio Heguy, al sufrir la fractura del dedo.
Pero al récord de Benjamin Araya le duró la
soledad hasta 1990, cuando otro joven talentoso, Javier
Novillo Astrada de esa misma edad- sólo hay unos
meses de diferencia- y como se consignó más
arriba, se adjudicó la copa junto a su padre "Taio"
y a sus hermanos Eduardito y Miguel.
El Campeonato Argentino Abierto tiene como requisito para
su inscripción, un handicap superior a 28 puntos
para cada jugador, por lo que no es frecuente la inscripción
de equipos extranjeros que reúnan este requisito
Tan importante como el nivel de los jugadores es el de los
caballos argentinos, especialmente criados para este juego.
El brillo y la agilidad de las jugadas, encuentra en ellos
un protagonista principal.
El comportamiento individual de los jugadores, así
como la eficacia del equipo, dependen en gran parte de la
velocidad, la resistencia, la docilidad y destreza de sus
cabalgaduras.
El polo argentino, el mejor del mundo. Según los
especialistas en la materia, se ha convertido así
también en una opción para los turistas que
visitan el país, ya que disfrutar de los partidos
entre los equipos de más alto handicap, admirar sus
caballos o aprovechar la estadía en el país
para aprender el deporte, constituyen una variante de sumo
interés para los extranjeros que nos visitan.
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